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El amor



"Sólo te falta este capítulo para terminar de conocer el Primer Principio de la Creación: El Principio de Mentalismo cuyo lema es “TODO ES MENTE”.

Jesucristo dijo “SOIS DIOSES” (Evangelio de San Juan, cap. 10-34). Así como la Creación, toda ella, fue un pensamiento manifestado, así el hombre, que es un dios en potencia, crea con el pensamiento todo lo que él ve manifestado a igualdad y semejanza de su Creador. Esto ya lo aprendiste. También has aprendido la mecánica de esta creación mental; el carácter, (positivo o negativo) de lo creado; la fuerza (fe o temor), que determina el carácter; la manera de cambiar el aspecto exterior de lo que hayas creado negando y afirmando); el poder de la palabra; que es el pensamiento hablado y que por lo tanto confirma las órdenes que has dado con tus pensamientos; y finalmente la fómula infalible para crear, manifestar y obtener lo mejor, lo más alto, lo perfecto: “Conociendo la Verdad”, en acatamiento a la ordenanza del Maestro Jesús. Sabes que esta Verdad es que fuimos creados perfectos por un Creador perfecto, con la esencia perfecta de Él mismo, con libre albedrío para crear de manera positiva o negativa; por lo tanto el “mal” no es una creación de Dios. No tiene ningún poder frente a la Verdad. Que desaparece al sustituir el pensamiento, y la palabra positiva. Jesús dijo: “no resistáis al mal” (San Mateo, 5-39) o sea, que domináramos el mal con el bien. La Verdad única es el Bien.

DE AHORA EN ADELANTE NO PODRÁS JAMÁS VOLVER A CULPAR A NADIE DE LO QUE TE OCURRA. TENDRÁS QUE MIRARTE FRENTE A FRENTE Y PREGUNTARTE “¿CÓMO FUE MI CLIMA MENTAL EN ESTA CIRCUNSTANCIA? ¿FUE POSITIVO O NEGATIVO? ¿HE SENTIDO FE O TEMOR? ¿QUÉ ESPECIE DE DECRETOS HE LANZADO CON MIS PALABRAS?” “POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS”. TENDRÁS QUE SINCERARTE Y CONTESTAR LA VERDAD. ¿TE COMPLACE LO QUE ESTÁS VIENDO ¿O DESAGRADA? TÚ DIRÁS."

POR: CONY MENDEZ



ORIGEN DEL AMOR

Metafísicamente el Amor es una manifestación de la bienaventuranza en la cual el universo se funda y a partir de la cual ha sido creado. Tal es la perspectiva de la Metafísica de la Evolución Espiritual cuyo máxima expresión universal es, a nuestro juicio, el pensamiento de Sri Aurobindo. Dicha bienaventuranza es el aspecto último del espíritu. Recordemos que éste tiene dos aspectos más que son: la eternidad y la conciencia. En sentido estricto la conciencia es la creadora del universo. Ahora bien, el amor aparece aquí como la fuerza salvadora de este universo.


El amor es una fuerza que el autor del universo hizo descender hasta la realidad material inerte y oscura con el fin de que los habitantes de nuestro mundo retornasen a Él. El descenso del amor a las tinieblas provocó que los oídos sellados se abriesen a un despertar que tenía el signo del verdadero gozo, pues el amor es deleite. Y con este despertar al amor, en el mundo ingresó la posibilidad de volver a la realidad divina. Dicho mundo antes de este despertar no era más que materia muerta, la cual a partir del advenimiento del amor despertó a la vida. Y es desde entonces que el mundo ha ido hacia la fuente divina del amor, sin embargo, ha seguido caminos errados, transitando derroteros equivocados o quiméricos. Porque la mayor parte ha buscado el amor careciendo de un concepto claro de lo que éste es, confundiéndolo con multitud de fuerzas muy lejanas al verdadero amor.

Tomado de: http://www.tnrelaciones.com




Que es el Amor? Descubre su verdadero significado metafisico...
Que es el amor? El amor se define como un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente se interpreta como un sentimiento, relacionado con el afecto y el apego, y resultado de una serie de emociones, experiencias y actitudes.
Con frecuencia el término se asocia con el amor romántico, el amor de pareja o el amor sexual. Sin embargo, su diversidad de usos y significados, combinada con la complejidad del sentimiento implicado en cada caso, hace que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente y en palabras sencillas. En palabras sencillas, el amor es un sentimiento. Ahora bien, veamos el significado metafisico de esta palabra.
Aunque suena un poco raro, el cientifico Albert Einstein ha sido la persona que ha encontrado la respuesta correcta a la pregunta de Que es el amor? Mediante la ciencia, el encontro el verdadero significado de amor aunque no necesariamente lo compartio al mundo de esta manera. De hecho, la mayor aportacion de Albert Einstein al mundo no fue necesariamente su famosa formula E=Mc2, sino el significado que estaba detras de esta formula.
Amor es ENERGIA. Es la mas pura y elevada de las energias, la de mas alta frecuencia de vibracion.

Albert Einstein decia que queria conocer a Dios mediante una formula cientifica y matematica. Y lo lindo del caso es que lo logro!
Mucha gente no se ha dado cuenta de este hecho fundamental en la vida de este carismatico cientifico. Para mi, este senor ha sido la persona mas feliz del mundo de su epoca, pues encontro el significado del Amor y de Dios mismo, en terminos cientificos.
Mediante la formula de energia E=MC2, el definio como es la energia en terminos cientificos. Dios es el amor mas puro, es la energia mas grande que existe. No hay energia mas grande que la de Dios. Todo lo creado es de Dios y contiene su amor en toda la materia, desde los planetas y las galaxias hasta el mas pequeno atomo y en las particulas sub-atomicas y fotonicas que ni siquiera podemos alcanzar a ver con nuestros propios ojos. Dios quiere que todos nosotros estemos llenos de energia tanto fisica, mental, emocional y espiritual y, que tengamos "vida en abundancia" compartiendo con nuestro projimo.

Tomado de: http://www.vibrafeliz.com














AMOR: METAFÍSICA DEL AMOR

ORIGEN DEL AMOR

Metafísicamente el Amor es una manifestación de la bienaventuranza en la cual el universo se funda y a partir de la cual ha sido creado. Tal es la perspectiva de la Metafísica de la Evolución Espiritual cuyo máxima expresión universal es, a nuestro juicio, el pensamiento de Sri Aurobindo. Dicha bienaventuranza es el aspecto último del espíritu. Recordemos que éste tiene dos aspectos más que son: la eternidad y la conciencia. En sentido estricto la conciencia es la creadora del universo. Ahora bien, el amor aparece aquí como la fuerza salvadora de este universo.

El amor es una fuerza que el autor del universo hizo descender hasta la realidad material inerte y oscura con el fin de que los habitantes de nuestro mundo retornasen a Él. El descenso del amor a las tinieblas provocó que los oídos sellados se abriesen a un despertar que tenía el signo del verdadero gozo, pues el amor es deleite. Y con este despertar al amor, en el mundo ingresó la posibilidad de volver a la realidad divina. Dicho mundo antes de este despertar no era más que materia muerta, la cual a partir del advenimiento del amor despertó a la vida. Y es desde entonces que el mundo ha ido hacia la fuente divina del amor, sin embargo, ha seguido caminos errados, transitando derroteros equivocados o quiméricos. Porque la mayor parte ha buscado el amor careciendo de un concepto claro de lo que éste es, confundiéndolo con multitud de fuerzas muy lejanas al verdadero amor.

Todo ser humano ha buscado este principio de unidad , porque el espíritu humano ha estado siempre reclamando por la realización y el éxtasis que sólo el poder del amor otorga. Pero la mayor parte ha fracasado en alcanzarlo. Sin embargo, cuando un mundo ha llegado a tornarse consciente , abierto al amor real, divino, el Creador mismo ha respondido derramando sin límites su amor sobre ese mundo. Así, el círculo del movimiento completo se cierra, dos extremos se encuentran en un éxtasis cabal y permamente.

Al comienzo de la creación, el poder del amor estaba constituido por dos movimientos, dos polos complementarios del impulso hacia la unión. Por una parte, estaba el poder de atracción supremo y, por otra, la necesidad irresistible de una entrega absoluta de sí. Ningún movimiento, excepto el del amor, podía cubrir el abismo que se abrió cuando en el ser individual la conciencia se separó de su punto de procedencia originario y se tornó inconciencia.

El amor descendió sobre la sombra y la inconciencia, dispersándose, diluyéndose en el seno de la noche insondable ; y entonces comenzó el despertar y el ascenso de la conciencia, la formación de la materia y la evolución cósmica.







El amor tiene múltiples formas de manifestación. De hecho sus expresiones son infinitas. Quienes han desarrollado su conciencia lo suficiente pueden percibirlo incluso en la tierra y en la piedras. Más fácil aún es sentirlo en las plantas y animales. En el hombre se descubre en múltiples modos que van configurando su destino luminoso. El amor es el más tangible signo de la Gracia del Absoluto por la tierra y cada ser refleja su pujanza, según su capacidad y receptividad espirituales.

El amor es el ímpetu que está presente, aunque al principio de la evolución de un modo oscurecido y debilitado, en todos los movimientos de la naturaleza física y vital, como aquello que empuja hacia la agrupación, hacia la unión. Y dicho ímpetu se traduce en el ámbito de los árboles y las plantas como la necesidad de procurarse más luz, más aire en orden a crecer. En los animales, está presente detrás del hambre, de la sed, de la necesidad de apropiación, de la procreación; y en las especies superiores en el esfuerzo abnegado de la hembra por la sobrevivencia de sus descendientes. El amor está asociado en todos los movimientos perfectivos del cosmos material sin identificarse con éste.

En el hombre, cuya significación esencial es el advenimiento del principio mental en la evolución, el amor alcanza una manifestación consciente y voluntaria. En este punto de la evolución es cuando aparece en forma diáfana en las obras de la naturaleza, una voluntad de recrear, por etapas y gradaciones, la unidad primordial, por medio de agrupaciones cada vez más numerosas y complejas. Así, la naturaleza, usando la fuerza del amor para acercar a los seres humanos rompe el egoísmo personal para cambiarlo en un egoísmo dual y con la venida de los hijos configura esa unidad más rica que es la familia. Con el transcurrir del tiempo se van formando agrupaciones más complejas aún: clanes, tribus e incluso naciones. Pero esto no concluye aquí, pues esta labor de agrupación se va efectuando en los diferentes puntos del mundo, concretándose en las diversas razas y ,ulteriormente, en la fusión de éstas entre sí.

El amor se expresa en el hombre medio como un deseo de entregarse a los demás y recibir a los demás en armonioso intercambio. Su esencia en el nivel evolutivo de lo humano consiste en una acción recíproca en la que la dicha de dar se iguala con la dicha de recibir.

Más allá de lo anterior, el amor es en su esencia una de las mayores fuerzas del universo. Una fuerza que existe por sí misma, independiendentemente de los objetos a través de los cuales se manifiesta. Dicha fuerza se expresa en todos los sitios en los que encuentra una clara posibilidad de recepción, en todos los lugares en donde encuentra una apertura hacia su movimiento.

Lo que habitualmente comprendemos como ‘nuestro amor’, considerando que es algo personal o individual no es más que la aptitud para recibir y manifestar esta fuerza universal y consciente. Pues el amor es una fuerza-consciente que lúcidamente busca su manifestación y su realización en el mundo a través de quienes escoge como sus instrumentos. Y éstos no son otros que quienes son capaces de una respuesta. En ellos el amor intenta realizar su propósito eterno.

Puesto que el amor es universal quienes creen tener una experiencia propia, personal del amor verdadero se equivocan, pues su vivencia no es más que una ola del infinito océano del amor universal.

El amor es una expresión divina: las deformaciones que vemos de él en el mundo son producto de la inconciencia de sus instrumentos.
   

El amor no puede ser confundido con el deseo, con la sed de posesión, con el apego personal. En su expresión más pura es la búsqueda de la unión con el Creador. Por ello quien no está abierto al amor en su esencia y en su verdad no puede unirse al Ser Absoluto.

El amor es aquella fuerza divina que intenta conducir cada cosa hacia la perfección de su ser específico. El amor despliega una acción evolutiva y edificadora en el cosmos. Es la fuerza que orienta las cosas hacia su arquetipo que se halla en el Creador.

El amor en sí mismo es el bien supremo más allá de lo cual no hay nada de mayor bondad.


ESENCIA DEL AMOR

El amor no es mera unión vital, simpatía, filantropía, cariño o afecto, aunque pueda tener alguna relación con éstos. El amor es en esencia una unión con el amado despojada de toda sombra de egocentrismo. Pues sólo superando el ego podemos ingresar al ámbito del amor. Esto significa contemplar lo amado como un ser distinto de nosotros, como un ser autónomo y diferente. La experiencia del amor es la de la fusión de un yo y un tú distintos. El amor es la fuerza orientadora que conduce al otro al cumplimiento de su vocación.

En el ámbito humano el amor se manifiesta como un sentimiento espiritual permanente que unifica a dos almas que son una en esencia, pero dual en la manifestación terrestre actual. El verdadero amor dota a los hombres y a las mujeres de un poder que puede elevarlos hasta las más altas cimas y hacia inimaginables hazañas de sacrificio por el ser amado. Y tales hazañas de sacrificio no son producto de una compulsión, sino un gozoso acto de ofrenda. Y sin este fuego del sacrificio ningún amor humano puede alcanzar su verdadera pureza original. Porque el amor no es un mero intercambio de emociones y sentimientos, sino una ofrenda absoluta de lo que somos o de lo que podemos ser, es decir, la entrega de todos nuestros actos volitivos, pensamientos, de todos nuestros impulsos y sentimientos.